21 de julio de 2011

Pásese por su lado

No se debe hacer ruido cuando el pasado duerme. Se debe estar cerca, atento, con la puerta entreabierta si se quiere. Pasar cada tanto, dependiendo la nostalgia de cada uno. Se lo puede escuchar roncar. Se pueden ver sus canas reposar en la almohada o el hilo de baba cronológica colgando de su boca. Pero se debe tener especial cuidado de no despertar al pasado por cualquier cosa. No hay nada peor que un pasado de mal humor.
Se debe acudir a su lado en puntas de pie pero con mucha cautela. Es un placer verlo dormir, con su respiración profunda, incluso alejado él de sí mismo. Podemos hacer la prueba de sentarnos a su lado, acariciarlo muy suave, taparlo un poco, y repasar en la contemplación lo que fue y lo que lo hizo por fin dormir.
Nótense sus manos apretadas, su ronquido suave y profundo y las uñas largas de sus pies. Huele a viejo, a humedad, a nostalgia. Pero también huele a infancia, a inocencia, a libertad.
Pásese de a ratos y de a uno por vez a saludar su onírica presencia, y téngase a bien guardar la compostura. Como dice el cartel de entrada "prohibido gritarle, exigirle o reclamarle cosas al pasado".
Cuentan los más viejos, que quienes lo despertaron se llevaron preguntas de las preguntas y replanteos de los planteos. Y en su afán de modificarlo, convertirlo o aclararlo no hicieron más que exacerbar sus intolerables características.
Pásese por su lado, pero no se lo despierte. No vaya a ser cosa que su pasado despierte otro pasado y se encuentre sin poder poner de acuerdo las historias perdiendo el presente en una disputa eterna. Pásese a su lado pero no se lo despierte y al salir tenga a bien guardar el secreto que ahora se le susurra.
El pasado es ilusorio. El presente también. Y usted, y estas palabras, y quien las escribe.

30 de mayo de 2011

Portadora del color

Y extendés las alas desde el sueño que tenés en la crisálida. Y extendés la crisálida desde las alas que tenés en sueños. Y extendés los sueños desde la crisálida que tenés en las alas. Pero además tenés tiempo de mariposa, que tiene los tiempos tan determinados que uno los termina conociendo de memoria. Y es que el tiempo y las rutinas no te hacen mariposa. Mariposa te hace el constante ejercicio de la libertad, y su peso, y la liviandad de la alegría, y su peso, y el vuelo de la vida, y su peso. Así te volvés admirable portadora del color.

11 de abril de 2011

El bosque piola

Érase una vez una pequeña oruguita que aferrábase al ángulo de una hoja esperando convertirse en capullo y luego en mariposa. Como oruga, parecía un animalito insignificante, arrastrado y feo. Pero en realidad pocos sabían que ese bichito se convertiría algún día en ese ser alado y mágico.
Un día, paseábase por esos verdes un oso pardo, grandote, pesado, y hambriento. Desde hacía varios días el oso buscaba qué comer. ¿Por qué quería comer el oso? Porque quería dormir. Y la panza le hacía tanto pero tanto ruido, que simplemente no podía.
Hasta que esa tarde, el destino cruzó a la oruguita con el oso.
- Qué hacés gordo pelotudo? -dijo la oruguita.
- Rescatate eh conchuda! Que te doy un zarpaso y te pongo pilla -contestó el oso sorprendido.
- Qué boqueás gil? Con vos está todo mal en las ramas, gato.-dijo enojada la oruguita.
- Qué me decís gato, moco de mierda? Vos te plantás? -patoteó agitado el oso mientras se sacaba una remera de Los Piojos.
- Quedate piola, bobo -le dijo la oruga y se puso una mano en la cintura -que si levantás la perdiz te lleno de coqui, me entendiste?
Justo en ese momento pasaba por allí el conejo Ramírez de la Bonaerense que casualmente estaba en servicio.
- Qué pasa por acá muchachos? Algún problema? -preguntó el conejo cumpliendo con su deber.
- Y a vos quién te pasó cabida cobani de mierda? -contestó la oruguita.
- Ah, queré calabozo? -la increpó el conejo Ramirez.
- No, quiero calabaza, puto, gil, gato... gato! -se exasperó la oruguita sacando de su cintura un fierro calibre 22.
La patita de la oruga comenzó a temblar y los ojos del conejo parecían salirse de su cara. En el bosque se hizo un silencio terrible. Cuando todos esperaban el disparo, el oso lanzó un mordisco y terminó con la oruga en menos de un segundo.
- Oso, no sé cómo te voy a agradecer -dijo el conejo Ramirez- todo el bosque debe estarte agradecido.
- Yo sí sé cómo podés ayudarme -dijo el oso con ironía. - Chupame un rato la verga o te hago llavero -amenazó el osito que ya no estaba de buen humor.

Una vez terminada la felatio del conejo Ramirez, éste fue devorado, y así el osito pudo tirarse por fin a dormir la siesta.
- Y el próximo que me venga a romper las bolas me lo enfundo en la chorga! me oyeron? -sonó el grito en medio del bosque piola.

Moraleja: Los osos con remeras de Los Piojos se la re bancan y nadie les puede decir nada.

12 de diciembre de 2010

Estereotipos y estereotipas: Arnold Schnrdzmbrgtkmchmchllllfstauk



Cuando se levanta toma cerveza, al mediodía toma whisky, en la merienda toma cerveza y antes de la cena se clava un shot de aguardiente añejada en un pedazo de pasto meado por el bisonte más hijo de puta de la pradera irlandesa. Para las nueve de la noche tiene un pedo que no puede ni sacarle una foto al piso. Pero ojo, en la mochila y en la panza tiene 20 litros de semen que disparados por su megachorga pueden dejarte en un coma lacteo. No es que sea boludo, pero después del primer vaso de escabio no le entendés una carajo.

5 de diciembre de 2010

Estereotipos y estereotipas: Almíbar Fernández.


En esta ocasión presentamos al primo relajado de Aníbal Fernández. Salvo que lo jodas, el siempre está bien, con la imprenta, la editorial o la fábrica de algos que, por suerte, camina. Es un tipo tranquilo y de confiar, pero medio boludo a la hora de dar consejos. Cultiva el arte del buen comer, es socio honorario de la comisión argentina de chombas de todos los colores (C.A.Cho.To.Lo.Co.), y su sueño es tener un chalecito en chascomús y salir a pescar todos los putos días. Como lo indica su nombre, es un dulce.

30 de noviembre de 2010

La pared a mis espaldas.

Podemos ver un muerto en nuestros sueños, pero nunca tocarlo. Estoy en su vieja casa de Banfield, la de los techos altos y las habitaciones grandes, al lado de la que fuera casa de mis padres. Parada desde el viejo living percibo los ruidos y el aroma de su presencia. Si me asomo puedo ver su figura de pie en la cocina: su cuerpo flaco, su pelo gris y el movimiento ínfimo de sus pequeños brazos. Abuela falleció hace 20 años y sin embargo ahí está, lavando los platos. Está de espaldas con su vestido azul floreado y un delantal atado por detrás. Camino por el pasillo que me lleva a ella y a medida que me acerco se realzan los detalles: sus piernas pálidas, su piel fina, las marcas violáceas que delatan la edad de sus várices. Noto que tiembla.
Dicen que existen dos tipos de fantasmas. Los que saben que murieron y los que no. Intento descifrar qué significa su presencia en mi sueño. Todo está tal como lo recuerdo. Detrás de ella se encuentra la mesa, que lleva un mantel manchado de tuco y migas de pan. En la radio se escucha por lo bajo sonar el vals N°2 de Shostakovich.
-Quiero preparar algo de postre pero tengo frío –dice abuela que parece haber notado mi presencia.
Me mantengo callada y sigo caminando para quedar a su lado, girar y verla de frente. Al llegar a la mesada donde está la pileta noto que mi altura es la de otro tiempo. No debo tener más de 15 años. Levanto la vista y veo esos lentes: negros, anchos, con el vidrio verdoso y grueso. Su expresión no dice nada. Me llama la atención el movimiento de sus manos, cada vez que dejan una taza, un cubierto o un plato y buscan el calor del agua, frotándose debajo del chorro.
-No sabés el frío que tengo. Las manos, las tengo heladas –vuelve a insistir.
-Abuela –le digo y me mira por primera vez. Es una mirada vacía, como si estuviese mirando la pared que está a mis espaldas, atravesándome. Estoy a punto hablar pero ni siquiera sé qué decir. No me animo después de todo este tiempo sin verla.
–Te quiero -es lo primero que se me ocurre.
Abuela gira la cabeza y vuelve a meter las manos debajo del chorro de agua.
-Tengo frío -insiste. -Quiero preparar budín de naranjas, pero tengo las manos muy frías. Sentí –y extiende las manos hacia mí.
Podemos ver un muerto en nuestros sueños, pero nunca tocarlo, me recuerdo a mí misma y miro sus manos huesudas, manchadas, temblando.
-Tocame las manos hija, no puedo estar tan fría –dice a punto de llorar.
Considero intentarlo pero me obligo a permanecer quieta. Vuelvo a mirarla a los ojos y creo que es mejor. Me parece entender que ése debe ser el propósito de su aparición. Lo hace para entender algo de lo que todavía no se dio cuenta, me convenzo.
Cierro los puños, los vuelvo a abrir y subo los brazos despacio con las palmas extendidas hacia arriba. Levanto la mirada y veo su expresión de sufrimiento, como si comenzara a entender. Hacemos contacto y el instante se acelera en el vértigo de una revelación. Sus manos están ásperas y callosas. Tiemblan, y se tocan perfectamente con las mías.
Compruebo que sí. Que se puede tocar a un muerto en los sueños. Y la abuela está muerta, pienso, y fría, y tiemblan sus manos. Sus manos que ahora me dicen lo peor; sus manos, más calientes que las mías.

22 de noviembre de 2010

Manifiesto

Honrar la vida, al aire libre, con repelente. Estar en contacto con la naturaleza, una ducha y un bidet. Fomentar el amor libre, desinteresado y monógamo. Prestarse a la música para convertirse en una herramienta de la conciencia libre y el sello discográfico.
Ojotas, pero havaiannas. Bambula, pero Benssimon. Sentido lúdico, pero playstation. Tomar una pepa, vestirte en Las Pepas. Recorrer el mundo, con GPS. Regalar amor, la semana de la dulzura. Conectar con el resto de la gente, vía facebook, twitter y linkedIn.

Paz y amor. Entrega y compromiso. Libertad y Marcelo T.

Sean ustedes bienvenidos al hippitalismo.

27 de octubre de 2010

Con dolencias

Espero que este respeto impulse otros respetos. Espero que sepamos solidarizarnos por muchas otras cosas más. Espero que los que ya salieron a llenarse la boca hagan un minuto de silencio profundo y clarificador. Espero que en paz descansen el ex presidente, Mariano Ferreyra, y tantos otros, y que en paz aprendamos a vivir nosotros, que tanta falta nos hace.

25 de octubre de 2010

Tú generación

Tengo una noticia para dar en directo desde un móvil del pasado: El teléfono ya no da ocupado.
Todos los que alguna vez lo escuchamos, ya pertenecemos a un nuevo Diagrama de Venn:

Hombres y mujeres que llegaron a escuchar un teléfono dando ocupado. Seres conectados por un eterno tú, tú, tú.

6 de octubre de 2010

Efemérides

Y un 6 de octubre se daba el peor desastre militar de la historia de Roma, donde dos ejércitos perdieron más de cien mil hombres en batalla. Para que mil cuatrocientos años después, Gregorio XIII decretara el calendario gregoriano y anulara el juliano, haciendo que la noche del 4 de octubre diera paso al viernes 15 de octubre; lo que quiere decir que en 1582 el 6 de octubre no existió. El mismo 6 de octubre que sí existió en 1966 y echó a andar el primer automóvil, igual que el de 1927 que proyectó en Nueva York "El cantante de jazz", primera película del cine sonoro. Roland Garrós nació un 6 de octubre. Blas Armando Giunta nació un 6 de octubre. Y Bette Davis murió un 6 de octubre, igual que Eduardo Mignona.
Entonces de nuevo estamos acá. Hoy es 6 de octubre, y salvo que los diarios se equivoquen lo más importante del día va a ser lo que Cristina le conteste vía Twitter a Nelson Castro, y la reacción de Amalia Granata contra Ricardo Fort.
En lo que a mí respecta, tengo dentista a las 15 h y carne al horno con verduras en el tupper. Si está naciendo una Madre Teresa de Calcuta o un Salvador Dalí, no lo sabemos. Morir espero que nadie, salvo que a alguien le calme un dolor.
Lo que me llevo es esta necesidad cotidiana de trascender, un 6 de octubre de 2010, que mañana puede ser tan importante como otros, o tan intrascendente como el que nunca existió.

26 de agosto de 2010

Maullaría en cana

No son gotas, es arena. No es un gotero, es un reloj. No es homeopatía, es tiempo. No es arena, es un desierto. No es un desierto, es un oasis. No es un oasis, es un espejismo. No es un espejismo, es un espejo. No es un espejo, son dos personas. No son dos personas, es una. Es Miró. Miró 767, entre Baldomero Fernández Moreno y Gregorio de la Ferrere, en Parque Chacabuco. Tocá timbre, entrá y pasá. Preguntá por mí. Estoy en la habitación de arriba. La de la derecha. Al lado de la mesa de luz donde está el gotero.
No. No es un gotero. Es un reloj.

9 de agosto de 2010

Y no me importa el qué diván



Después de un año y medio de ir a terapia estoy en condiciones de afirmar que Freud no es el padre del psicoanálisis. Es la madre.

24 de julio de 2010

Gam ze iaavor

Tiene dos formas de funcionar:
Una se refiere a todas las posibilidades que algo tiene de suceder. Cuando esas posibilidades son muchas, viste, son cosas que pasan. Me chorearon el auto; son cosas que pasan. Me cagó mi jermu; son cosas que pasan. Si, claro que son cosas que pasan. Que quiere decir que le pasan a todo el mundo, o que pueden pasarle a cualquiera, y te pasaron a vos. Si, son cosas que pasan.
Hoy me miré al espejo. Y cuando me miré me dí cuenta de que algo en mi mirada había cambiado. Pensé en aquello (porque cuando queda en el pasado deja de ser "eso" y pasa a ser "aquello") y me dije: era verdad. Son cosas que pasan. Pero en el sentido de pasar. Como diciendo "son cosas que en algún momento van a quedar en el pasado". Y dudé sobre esta especie de cliché que se dice con tanta frecuencia. Dudé porque en mi caso afloró naturalmente la segunda opción. Algo, por fin, había terminado de pasar. Y ese es otro consuelo inútil con el que uno tiene que aprender a contar.
Lo que te pasa, le pasa a mucha gente, y te puede pasar también a vos. Son cosas que pasan.
Pero lo que te pasa, además va a quedar en el pasado. Son cosas que el tiempo va a dejar atrás. Y por eso también, son cosas que pasan.

21 de junio de 2010

Murió Saramago

Y es imposible contrarrestar este sentimiento. Es una de esas cosas que no tiene contracara. Porque puede o no gustarte Saramago, y su muerte será algo trascendente o no para cada uno, pero también murieron Sandro, Michael Jackson, Mercedes Sosa, y en su momento Borges, Fangio, Frank Sinatra, Belgrano, Minguito, Walt Disney, Lady Di, Bruce Lee y Gardel. Pero qué dificil, qué lindo sería, que la gente también naciera. Que los personajes que a uno le cambian la vida, nacieran y fueran igualmente noticia. Imaginate los diarios diciendo "Nació Alberto Olmedo". O "Nació Favaloro". Ya sé que a la gente se la considera por sus hechos y no por sus harás, no estoy hablando desde la lógica. Eso sería más de lo mismo.
Parece que Cronos se obstina en el presente para ser como mucho pasado. Pero qué lindo sería, díganme la verdad, pegarse cada tanto una corrida y pispear lo que se viene.
Lo que quiero decir es que hoy nacieron Mariano Durante, Emilia Frembres, Diego González y Moira Andoni. Y no sé bien qué es lo que estoy diciendo. Pero nacieron, y me parece una excelente noticia.

15 de abril de 2010

Ad ver tí



Mirá que en publicidad ví gente con ganas de hacer cosas arriesgadas sin temer al juego de palabras, pero los muchachos de agendas Morgan simplemente la bardearon.

14 de abril de 2010

Arque Típico

A mi izquierda, el gordo. El de los bigotes. Ese que viste mil veces. El que se puso el traje más caro del Once. No lo invento yo. Este tipo existe desde antes de que yo lo escribiera. Lo estoy mirando ahora, y escribo, y no le agrego nada que no tenga. ¡Se los juro! Habla rápido y fuerte. Se limpia los bigotes cada tanto, mastica y se ríe fuerte. Habla, habla y no para de hablar. Y le dice a una señora no menos personaje que él, y que también existe desde antes, que esto es lo que le va a dar training para entrar, que ¿vos cuántos años tenés?, si sos una mina joven (y no lo es). Y se limpia el bigote, saca un atado de puchos y ¿qué es lo que querés cerciorar? A ver. Pasame un papel, cualquiera, de los que tenés en la carpeta. Mirá, ¿ves? a este tipo lo llamás y le das 180 minutos libres, ¡que es mucho más de lo que te da MoviStar, eh! Y mastica, y vuelve, y escuchame, enserio, sos una mina joven (y no lo es), piola (mucho menos), ¿sabés cuántos pasos tienen que dar los pibes para llegar a este nivel del negocio? Entonces gira la cabeza que parece rascar el cuello con el borde de la camisa barata y brillosa del Once. Y ella dice que sí, tímida, quedada, lela, apelmazada y tonta, pero suena como un no, tímido, quedado, lelo, apelmazado y tonto. Entonces él dice mirá, y eructa para adentro, y sigue con que no hace falta una oficina. La oficina te la armás en el cuarto de tu casa. ¿Sabés cómo está Luis? Luis vive en un country y tiene un Audi 0km. ¿Vos sabés cuánto sale un Audi 0km.? Y ella dice que sí pero suena como un no. Y él se ríe, con su sonrisa amarilla de Derby, y le dice que quedate tranquila, que vos no sea bocona, que tenés 0% de inversión y que se relaje, que es una mina joven y piola, y ella lo mira y le dice que sí.
Mientras tanto yo escribo. Soy el gordito de lentes y barba que toma café. No hablo, pero miro y capaz que hasta jodo. Te digo más, me parece que cuando me fuí, el gordo le dijo que cómo jodía el de los lentes. Que es el típico pelotudo que va a un bar a escuchar las conversaciones de los demás. Y ella seguro asintió con la cabeza.